Son estructuras que permiten aprovechar al máximo la altura de una bodega, duplicando, triplicando o cuadruplicando los metros cuadrados, para aumentar la superficie de almacenaje o para generar zonas de oficinas, camarines, bodegas o talleres.
Este sistema es útil para aprovechar al máximo el espacio, sin tener que realizar grandes modificaciones a la construcción. Son diseñados como estructuras autosoportantes e independientes, por lo que no transmiten esfuerzos estructurales adicionales a las construcciones adyacentes.
Los distintos pisos o niveles, que pueden ser de metal, madera u otros materiales, permiten considerar resistencias normales de entre 250 y 800 kg/m2, incluso llegando a superar los 1000 kg/m2.